sábado, 27 de julio de 2013

La voz del viento

 

Bueno, a fin de cuentas todos soñamos con empezar a caminar y perdernos en la lejanía. Así, que la anchura del paisaje y la profundidad del silencio se cierre a nuestras espaldas y quedar parados sobre el peladero de alguna loma con el viento dándonos de lleno en la cara.
´´Ahí se escucha la voz interior´´ me dijo un viejo con la cara partida por las arrugas o por la experiencia mientras le echaba otro palo de leña a la cocina,  echado a su lado un perro con menos arrugas pero con más sapiencia levantaba la ceja y se preparaba a escuchar la historia por enésima vez.
Allí se escucha la voz interior, uno conversa con sigo mismo y se aclara el entendimiento. Yo iba, de tranco lento, a buscar una punta de ovejas que habían quedado atrás, me le fui por la orilla el mallín y cuando dentré a subir la loma, ahí en el medio del peladero, me escuché. El matungo se paró, y me miraba, como si supiera el bicho, me miraba como a un hermano, como si yo hubiese comprendido.

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