Nos culpan que vinimos
y los corrimos a ellos. Nosotros nos legitimamos diciendo que ellos también corrieron
a otros antes, y esos otros a otros todavía más antiguos. Y así es como el
concepto de pueblo originario queda muerto por ahogamiento en sangre.
Es cierto, todo eso es
cierto.
Ahora, tenemos que
plantearnos una pregunta. Queremos que siga siendo de esa manera?
Si pensamos que la
respuesta es SI entonces podemos quedarnos donde estamos, deberíamos seguir
escuchando el pataleo de los pueblos originarios y deberíamos prestar atención a
algún potencial invasor. La historia no cambiaría nada, seguiríamos siendo
hombres pequeñitos que no dejaron nada nuevo a sus hijos.
Si pensamos que la
respuesta es NO entonces deberíamos ceder algo a los pueblos originarios, para
que todos quedemos más o menos conformes. Daríamos un quiebre a la historia,
evolucionaríamos.
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