domingo, 24 de febrero de 2013
sábado, 23 de febrero de 2013
El Rugido Del Despertar
Se hacía saber ‘’ciudadano
del mundo’’, no tanto por pasión a su título sino mas bien porque hacía tanto tiempo
que había abandonado su tierra que ya ni recordaba dónde había iniciado su
periplo, a donde pertenecía, por nostalgia o por legislación.
Gustó de la cultura
brasilera, Samba, agua de coco, bikini, ia tu sabe… Dios se acordó de él, él encontró
su lugar.
Así pasaron los días
hasta que una mañana como cualquier otra, mientras cocinaba su desayuno olvidó
su huevo en el sartén y le quedó crudo (?), armó su sándwich diario y cuando le
hincó los dientes el óvulo de gallina fluyó por toda su cavidad bucal.
Sintió repugnancia y
ganas de vomitar pero cuando se disponía a escupir todo su sangre comenzó a
hervir. ‘’ Una fuerza extrañamente cálida nacía en sus entrañas, se difundía
por todo su organismo y comenzaba a estimularlo y embriagarlo. Sentía un
regusto en los labios; se lamió las mejillas y el bigote. Se incorporó y abrió
la boca para lanzar un gran bostezo, como si estuviera despertando de una noche
de sueño, una noche que lo había tenido hechizado durante varios años. ’’
Recordó que era
francés y devoró el sándwich a la velocidad del rayo.
lunes, 18 de febrero de 2013
Que he sacado con quererte
Hoy, otra de las bellezas que tiene nuestro vecino país trasandino: Violeta Parra.
¿Qué he sacado con la luna
que los dos miramos juntos?
¿Qué he sacado con los nombres
estampados en el muro?
Como cambia el calendario,
cambia todo en este mundo.
¿Qué he sacado con el lirio
que plantamos en el patio?
No era uno el que plantaba,
eran dos enamorados.
Hortelano, tu plantío
con el tiempo no ha cambiado.
¿Qué he sacado con la sombra
del aromo por testigo,
y los cuatro pies marcados
en la orilla del camino?
¿Qué he sacado con quererte,
clavelito florecido?
Aquí está la misma luna
y en el patio el blanco lirio,
los dos nombres en el muro
y tu rastro en el camino.
Pero tú, palomo ingrato
ya no arrullas en mi nido.
¿Qué he sacado con la luna
que los dos miramos juntos?
¿Qué he sacado con los nombres
estampados en el muro?
Como cambia el calendario,
cambia todo en este mundo.
¿Qué he sacado con el lirio
que plantamos en el patio?
No era uno el que plantaba,
eran dos enamorados.
Hortelano, tu plantío
con el tiempo no ha cambiado.
¿Qué he sacado con la sombra
del aromo por testigo,
y los cuatro pies marcados
en la orilla del camino?
¿Qué he sacado con quererte,
clavelito florecido?
Aquí está la misma luna
y en el patio el blanco lirio,
los dos nombres en el muro
y tu rastro en el camino.
Pero tú, palomo ingrato
ya no arrullas en mi nido.
domingo, 17 de febrero de 2013
Pueblos Originarios
Nos culpan que vinimos
y los corrimos a ellos. Nosotros nos legitimamos diciendo que ellos también corrieron
a otros antes, y esos otros a otros todavía más antiguos. Y así es como el
concepto de pueblo originario queda muerto por ahogamiento en sangre.
Es cierto, todo eso es
cierto.
Ahora, tenemos que
plantearnos una pregunta. Queremos que siga siendo de esa manera?
Si pensamos que la
respuesta es SI entonces podemos quedarnos donde estamos, deberíamos seguir
escuchando el pataleo de los pueblos originarios y deberíamos prestar atención a
algún potencial invasor. La historia no cambiaría nada, seguiríamos siendo
hombres pequeñitos que no dejaron nada nuevo a sus hijos.
Si pensamos que la
respuesta es NO entonces deberíamos ceder algo a los pueblos originarios, para
que todos quedemos más o menos conformes. Daríamos un quiebre a la historia,
evolucionaríamos.
viernes, 15 de febrero de 2013
Leyendas del Brasil, Victoria Regia
La Victoria Regia es
una bella flor acuática del rio Amazonas. Los indios cuentan una historia para
explicar su aparecimiento.
Naia era una india
bien bonita y pensaba, como todos los de su tribu, que la luna era un muchacho
de plata. Del casamiento de este niño con las indias vírgenes nacían las
estrellas del cielo.
Naia se apasionó de la
luna y, para acercarse, subió montes y montañas. Pero incluso subiendo a la más
alta y estirando mucho mucho los brazos, no lograba alcanzarla.
Naia desistió de
buscar a su muchacho de plata y entristeció.
Una bella noche, ella
se acercó al rio y vio que en el fondo se encontraba la luna bañándose. Sin
dudarlo un segundo se tiró al agua, nadó hasta el fondo y desapareció para
siempre.
La luna, sintiéndose responsable
por tan trágico final pensó que Naia debía ser recompensada y vivir por siempre.
En un gesto de gratificación la luna bajó y se transformó en una flor
diferente, bella y majestuosa, la Victoria Regia.
Consideraciones sobre el infinito
Siempre me llamo mucho
la atención el hecho de que el infinito se pueda alojar en un espacio acotado.
Uno tiende a pensar que el infinito es algo inmensamente grande, y que todos
estamos dentro de él. Pero lo cierto es que estamos rodeados de infinitos
infinitos individuales que andan pululado por ahí.
Pensemos en una regla,
pareciera que entre el centímetro 1 y el 2 hay un espacio acotado, pero en
realidad hay un espacio infinito, podemos comenzar a dividir ese segmento y no
acabar nunca, encontrar siempre nuevos puntos que brotarán como agua de
manantial y nos atormentarán las ideas. Lo mismo ocurre entre el centímetro 1 y
el 1,1, por ejemplo, podemos encontrar el 1,01, el 1,001, el 1,0001, el 1,00001,
el 1,000001, el 1,0000001…
Así es como el
infinito se encuentra en espacios acotados. Lo que me produce una terrible sensación
de vértigo y miedo de caerme ahí, entre el 1 y el 1,1, donde conceptos como
espacio y tiempo quedan a merced de reglas divinas desconocidas, y pasarme todo
el resto de mi existencia intentando encontrar el camino de regreso a casa.
Me salva de la
desesperación saber que en mi fuero más íntimo soy irreductible.
jueves, 14 de febrero de 2013
miércoles, 13 de febrero de 2013
Encuentros con la Belleza
''...Somos océano y montaña,
Somos superficie pero
somos más hondura,
Somos piedra y algodón,
Nunca olvidaré estos
días de caricias invisibles, de paz sin sueño y de fuego sin piel...''
S.A.S.O.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)