A la capital camboyana pasamos a
hacer las visas de Vietnam (próximo destino)
y de paso visitamos algún museíto.
La presencia colonial francesa
dejó su huella en esta parte de la península indochina y llega hasta nuestros
días en la forma de Baguettes. Por la calle abundan los carritos que prearan
sanguches. Es una lástima que los franceses no se hayan quedado tanto tiempo
como para inculcar también sus costumbres sobre el relleno, pieza fundamental
del holismo sangucheano. Las baguettes son infladas con una buena cantidad de
vegetales, fiambres de procedencia muy dudosa y probablemente también de esa
pasta de pescado fermentado sobre la cual se basa todo el arte culinario
camboyano. Sanguche camboyano + Colectivo = descompostura. Lamentablemente la
comida no iba a ser lo único que nos revuelva el estómago.
Hace algunos años (mediados de
los 70) unos muchachos conocidos como los Jemeres Rojos decidieron que el país
entero debía vivir acorde a sus ideas, entonces cargaron, apuntaron y
dispararon.
La consigna de los Jemeres Rojos
era la de evacuar todas las ciudades y destruir la civilización y cultura
urbana (considerada burguesa) e instalar un sistema económico puramente agrario
para volver a la antigua cultura Jemer. Cuando en 1975 llegaron al poder,
declararon el año 0 y comenzó la movilización de todos los ciudadanos al campo.
Esto no se hizo invitando amablemente a los camboyanos a abandonar sus humildes
moradas y comenzar una vida en contacto con la naturaleza, sino que corrió
sangre. Se calcula que una cuarta parte de la población camboyana fue muerta.
La clase media fue prácticamente exterminada.
Uno de los ´´museos´´ más impresionantes
de Cambodia era una escuela primaria. En época de los Jemeres Rojos esa escuela
se transformó en una cárcel. En las aulas se levantaron paredes muy improvisadas
de ladrillo o madera para hacer habitaciones individuales, cada una con su
respectiva cadena amurada al piso. La polea que servía para que los chicos
hagan gimnasia ahora era instrumento de tortura. Las ventanas de los pisos
superiores se cerraron con alambre para que los prisioneros no se suicidaran.
Ahora las aulas están llenas de
fotos de los presos, gracias a que los Jemeres Rojos llevaban un registro muy
prolijo de todos sus huéspedes, y de calaveras rescatadas de las fosas comunes.
Las calaveras tienen un agujerito por el que entró la bala y salió la vida.
Quién guste más info puede ver el documental ´´S21 la máquina roja de matar´´ que trata sobre dicha escuela.
Quién guste más info puede ver el documental ´´S21 la máquina roja de matar´´ que trata sobre dicha escuela.
El régimen Jemer duró 4 años y
terminó con la invasión vietnamita de Camboya. Cuando los vecinos orientales
entraron en la capital camboyana la encontraron prácticamente vacía.
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