El post anterior sobre Koh Phi Phi fue un
poco escueto, por así decirlo. La razón, aparte de la eterna vagancia que
siempre acompaña, era que… cuesta cuesta, segundo intento, era que… ESTO ES UNA
MIERDAAAAAAA!!!!!!!! Listo salió. Otro día nos pondremos a hablar sobre porqué
cuesta tanto echar pestes sobre lo sagrado, hoy pasaremos a las razones. El
lugar es hermoso, sin duda, pero está superrecontrapoblado de barcos, tanto
incluso que en algunas zonas no es posible ver la línea del horizonte más que
en algunos escasos puntos. Con los barcos se han destruido los corales, y con
los corales se han ido los peces, a menos que uno se vaya a alguna otra isla en
la zona, no se encontrará más que las ruinas que antaño fueron los jardines del
edén a -2 m.s.n.m.
En esta isla, Koh Tao, Tailandia se ha
reivindicado. Es un lugar con mucha más conciencia ecológica, abundan las
advertencias sobre la vida marina y las bolsas plásticas y en algunas bahías no
se puede entrar en barco ni nadar con aletas. El resultado está a la vista, en
el agua se pueden encontrar pececitos de todas las formas y colores, cardúmenes
inmensicogigantes, barracudas de más de un metro de largo, pulpos y hasta algún
tiburoncín de punta negra.
Las fotos bajo el agua quedarán en deuda ya
que ahogamos 5 cámaras fotográficas. Las cámaras de hoy ya no son como las de
antes…
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